Bob & Charlotte

Lost in Translation es una busqueda, una suerte de viaje iniciatico en medio de una ciudad incomprensible, en medio de tecnologías apabullantes, neones erráticos, silencios milenarios y una enorme estructura de cemento que se aprecia desde una ventana: Tokyo, que no es Tokyo, Tokyo es la escusa. La incomunicación, la duda y la busqueda están en cualquier lugar, sólo que allí es evidente y pausible, ese es el aporte de la ciudad.
Bill Murray compone una personaje entrañable con los gestos exactos y los silencios justos. Una especie de Bogart postmoderno. Lo acompaña una sorprendente Johansson que antes que dejar brillar su innegable belleza, prefiere componer una compleja niña perdida en el bosque (de sus decisiones): Ha estudiado filosofía, pero compra productos de autoayuda; está casada no sabe porqué. Estos personajes con sus relaciones y sus diálogos se van haciendo entrañables y reales a medida que pasan los minutos de la historia.
La simetría de los encuadres que recuerdan los viejos grabados japoneses y grafican el equilibrio buscado potencian las sensaciones de la película que se nota la directora, Sofía Coppola, ha interiorizado, vivido posiblemente, y mostrado de la manera más auténtica posible. Una película sobre desencuentros que uno no debe dejar de encontrar.
Ah! El final es de antología, va para mis escenas favoritas (hey you!).
Lost in Translation. Ficción 102 min. - EEUU / Japón, 2003 - Dir. Sofía Coppola